viernes, 4 de diciembre de 2015

Lo que me pasa con el tiempo.


A veces lo he consultado con médicos. Me pasa algo muy extraño con el tiempo. Cuando recuerdo algo que sucedió hace años lo hago como si fuese ahora. No quiero decir que me “parece como si fuese ahora”. Es que lo recuerdo como si hubiese pasado hace varios meses. Aunque sea algo que pasó hace 10.
Si hablo de algo que pasó, por ejemplo, en 2007, una conversación, una escena, lo que sea, te lo puedo contar todo con pelos y señales. No es una cuestión de memoria. Es que lo veo en mi cabeza como si fuese ahora. Y lo siento como si fuese ahora. Si me peleé, si lloré o si reí, lo vuelvo a sentir todo de la misma manera.
Hay gente que dice que eso está muy bien. Pero yo creo que a veces es una putada, y gorda. Porque al final todo acaba siendo como una masa uniforme, como una plastilina deforme que se hace gorda y no tiene cuchillo con qué dividirla. Es difícil de explicar.
Desde hace unos años tengo la suerte de poder centrarme mucho en el presente, y me he dejado de hacer pajas mentales con el pasado. Pero en los momentos que un hilo de un recuerdo resbala por mi cabeza, y si empiezo a tirar de la pielecilla, lo vívido del recuerdo puede hacer mucha pupa.
Lo consulté con varios médicos amigos de la familia y no tienen ni idea de qué puede ser.
Yo tampoco. No encuentro pastilla para una cabeza que no sabe diferenciar días de años.

Bueno, sí, sólo cuando me centro en el el día de hoy.  

Siempre hablo de lo mismo.


Pero es que me parece que es lo único.
Cuando leo posts de hace años, de hace muchos años, me parece increíble lo vigentes que pueden llegar a estar. Todo lo que mencionaba, en mayor o menor medida, sigue estando ahora. Forma parte de mí. Porque somos una esencia que vamos modelando con el tiempo, pero no dejamos de ser los mismos. Y menos mal.

(Aunque nos esforzamos muchas veces por ser personas diferentes, qué bien que somos únicos, que tenemos cosas que nos vienen de saque desde siempre y nos acompañarán siempre.)


Me sigue revolviendo todo lo que se puede revolver la pasión, las ganas, la búsqueda del ser auténtico, del ser único. Y cuando leo esos artículos sonrío. Porque ya estaba. Y porque continúa estando. Y sonrío.

viernes, 23 de octubre de 2015


De vuelta a la vida.

La última entrada en este Blog fue el 18 de Septiembre de 2009. Desde entonces, muchas cosas han pasado: una boda, un piso, un divorcio, viajes, un malestar vital en aumento, una voz que chillaba incansable a la que no escuchaba, o a la que no sabía escuchar.

Un diagnóstico horrible.

Un pronóstico peor.

La desesperación.

La fuerza que latía. Mi susurro interior.

Los cambios.

La recuperación.

Cuando miro atrás no puedo creer todo el tiempo que ha pasado desde entonces. Me parece increíble que haya podido malgastar tanto tiempo en dejar pasar los días, en dedicar mi energía a tantas cosas que sólo me desgastaban. Y lo peor es que lo sabía. Y aún así, elegía muerte. Porque siempre nos parece que por un día más “no pasa nada”, que una mala elección es sólo eso, “una”, y que no tiene tanta importancia. Pero sí la tiene. Y mucha. Porque 1 + 1 durante años no es 2. Es demasiado. Es intolerable. Y si todo esto te puede parece críptico, no te preocupes. Aparentemente lo es. Pero es mucho más fácil de lo que parece. Por favor, sigue leyendo los días que siguen. Puede que descubras un espejo. Puede que duela. Pero cura también.

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